Las prótesis biónicas son la evolución tecnológica de las prótesis tradicionales. Se trata de piezas que sustituyen partes de nuestro cuerpo externas pero que, además, imitan sus movimientos naturales para dotar a la persona de mucha independencia.
Estas funcionan utilizando sensores y procesadores que recogen los impulsos nerviosos y los interpreta mediante movimientos. Estos impulsos nerviosos son las corrientes de información que el cerebro envía a las distintas partes del cuerpo para que hagan movimientos concretos.
Las prótesis biónicas siguen mejorando día a día a pasos agigantados, y con el nivel de desarrollo de la tecnología actual, en pocos años conseguiremos que las personas que han sufrido amputaciones sean aún más independientes y puedan disfrutar de movimientos casi ilimitados.
Si pasamos de utilizar una prótesis normal a una prótesis biónica, probablemente necesitemos un periodo de adaptación para acostumbrarnos al funcionamiento de este nuevo accesorio funcional.
Actualmente las prótesis biónicas más comunes son las de pierna, aunque no debemos olvidarnos de las de brazo y las de rodilla, que también aportan mucha libertad de movimientos a la persona. Una de las rodillas controladas mediante microprocesadores que ofrecemos es la C-Leg.